COLUMNA. EL VALOR DE LA AUTODISCIPLINA

Por |2021-01-11T17:25:22-06:0011 enero, 2021|Blog|

Columna. Contemplando la ecuación
Por Jackie Mortera, Life & Executive Coach
www.jackiemortera.com

Desde que somos pequeños escuchamos sobre el tema de la disciplina, la importancia de la misma y lo que pasa con la falta de ella.

¿Pero cómo podemos definir a este valor? La disciplina es el acto de instruir, orientar, capacitar y corregir a una persona, con base en unos lineamientos o principios éticos dentro de la familia, la sociedad en general, o de reglamentos y normas dentro de una institución, con el fin de que exista una sana convivencia.

Sin embargo, a lo largo de la vida, de acuerdo a tus experiencias y el entorno, cada quien es más disciplinado que otros y de ahí los resultados que obtiene.

La disciplina es muy importante, ya que nos habla de un orden, y en donde no hay orden el resultado es el caos y el fracaso.

Por esa razón es un valor fundamental en la sociedad y lo que ella implica: familia, escuela, empresa, comunidad, entre otras.

Pero más allá de la disciplina en general, hay otra clase de la misma que nos exige compromiso, responsabilidad y control de nosotros mismos. Esa es la autodisciplina.

Stephen Covey dijo una frase muy acertada sobre ella

“Disciplina es pagar el precio para traer esa visión a la realidad. Es abordar los hechos duros, pragmáticos y brutales de la realidad, y hacer lo que haga falta para que ocurran las cosas. La disciplina surge cuando la visión se une al compromiso”.

Bajo esta premisa, es vital ser autodisciplinados para lograr cualquier meta u objetivo en cualquier ámbito de nuestra vida, ya sea familiar, laboral, emocional o de pareja.

¿QUÉ PUEDES HACER PARA SER MÁS DISCIPLINADO?
  • Primero es importante disciplinar tu mente en cuanto a tus actitudes, comportamiento y atención.
  • Focaliza tus metas, tu atención y usa la razón para continuar con tu propósito.
  • Prioriza tus tareas y actividades de manera que la planeación se haga un hábito de vida.
  • Identifica las prioridades de cada uno de tus objetivos y después dale un orden para que fluya de manera más eficaz.
  • No busques excusas ni procrastines las actividades, recuerda que eres el dueño de esos objetivos y nadie es responsable de ellos.
  • Haz un compromiso contigo mismo para que no lo abandones en el primer obstáculo que se presente.
  • Planea tu día todos los días y plásmalo por escrito
  • Se constante en tus actividades
  • Busca un entorno competitivo que te ayude a no dejar la disciplina de lado
  • Describe qué cambios debes de hacer en tu vida para lograr tus metas
  • Si es necesario, busca modelos a seguir
  • Premia tus logros

Recuerda que, aunque a veces creas que el precio que hay que pagar es alto para lograr nuestros objetivos, al ver los resultados exitosos de los mismos te darás cuenta que vale la pena.